Castellano antiguo

El castellano antiguoYves Cortez
Conocemos el castellano antiguo a través de numerosos textos, entre otros: “El Mío Cid”, “El poema de Fernán Gonzales”, “Los siete infantes de Lara”, “El clérigo ignorante” de Gonzalo de Berceo. Estos escritos que, en su mayoría, datan de los alrededores del siglo XIII son muy fáciles de leer. En efecto, casi 95% del vocabulario de esta época es idéntico al vocabulario del español contemporáneo. Como ejemplo, damos a continuación un extracto del poema del Cid con la traducción en español contemporáneo.

Ya, Señor glorioso, Padre que en çielo estas
(Oh, señor glorioso, Padre que en cielo estás)
Fezist cielo e tierra, el terçero el mar
(hiciste cielo y tierra, el tercero el mar)
Fezist estrellas e luna, el sol pora escalentar
(hiciste estrellas y luna, el sol para calentar)
Prisist encarnacion en Santa Maria Madre
(te encarnaste en Santa María Madre)
En Beleen apareçist, commo fue tu veluntad
(En Belén apareciste como fue tu voluntad)

A continuación, un extracto del texto de «Los siete infantes de Lara»

Cuando esto oyo Gonçalo Gonzales pesole mucho de corazon e non lo pudo sofrir, e dexose ir para el a tan bravamiente, que mas no pudo, e diole una tan grant punada en el rostro, que los dientes e las quixadas le crebanto, de guisa que luego cayo muerto en tierra a los pies del caballo.

El análisis de los textos escritos en español antiguo, textos de los cuales acabamos de dar un rápido esbozo, nos lleva a hacer tres observaciones de importancia:

1. En el espacio de 700 años, el español ha evolucionado muy poco. Esto no nos sorprende ya que la débil transformación de las lenguas en el tiempo es una constante universal, y esto es particularmente válido para las lenguas romances. El ejemplo español es un caso suplementario a aquellos ya expuestos en mi libro y que hace muy improbable la transformación radical que supuestamente sufrió el latín a niveles de la sintaxis, de la gramática y del vocabulario para convertirse en el castellano en los 700 años que van de la caída del Imperio Romano a la aparición de los primeros textos romances, mientras que en los 700 años siguientes el castellano no sufrió prácticamente ningún cambio. ¿No hubo acaso la misma cantidad de transformaciones, mezclas de poblaciones, y guerras durante esos dos periodos?

2. El español antiguo no parece ser un estado de la lengua intermedio entre el latín y el español. En efecto, se podría pensar que si el español viene del latín, mientras más nos remontamos en el tiempo, mas deberíamos encontrar huellas del latín. Ahora bien, mirando de cerca y sin pre-concepciones, las diferencias que observamos nos acercan al italiano y no al latín en la inmensa mayoría de los casos. He estudiado con mucho interés lo que dicen de ello los universitarios españoles y estoy impactado por su empeño en inventar un origen latino a todas las palabras del español antiguo, invocando si es necesario improbables transformaciones fonéticas y semánticas.

Les doy a continuación la comparación entre los vocabularios del español antiguo, del italiano y el español contemporáneo con varios vocablos.

Español antiguo (italiano / español contemporáneo )
E ( e / y )
Après (presso / cerca)
Asas (assai / bastante)
Cama (gamba / pierna)
Suso (su / arriba)
Yuso (giu / abajo)
Brial (braca / túnica)
Puorta (porta / puerta )
Començar (cominciare /empezar)
Otrosi ( altresi / tambien )
Oras ( ora / ahora )
Remanir ( rimanere / quedar )
Taido ( tagliato / tajado )
Semejar ( somigliare / parecer )
Aguardar ( guardare / mirar )
Vibda ( vevova / viuda )
Colpe ( colpo / golpo )
Cuer ( cuore / corazon )
Do ( dove / donde )
Estrena ( strenna /dadiva )
Falifa ( felpa / pellica )
Guarir ( guariré / salvar )
Tirar ( tirare / sacar )
Guisa ( guisa / modo )
Luene ( lontano / lejos )
Maguer ( magari / aunque )
Mas ( mai / jamas )
Meter ( mettere / colocar )

Les dejo a ustedes apreciar la asombrosa semejanza entre las palabras del italiano y del español antiguo que ya no se usan hoy en día. No he realizado ninguna selección en particular. Me he contentado con explorar el vocabulario de los textos antiguos clásicos y no he encontrado que unos pocos casos excepcionales de palabras que se parecían mas al latín que al italiano.

Si a estas semejanzas de vocabulario añadimos las de la gramática y la sintaxis, la semejanza entre el español y el italiano son aún más sorprendentes.

Conclusión: El español, como las otras lenguas romances, no proviene del latín como consecuencia de una transformación total de esta lengua en un lapso de tiempo muy corto. Proviene del italiano. El vocabulario latino que encontramos con abundancia en el castellano, como en las otras lenguas romances, proviene de préstamos hechos a la lengua culta.